domingo, agosto 14, 2005

Confesión Deportiva

Ayer sábado tuve el primer entrenamiento del semestre. Fueron 3 horas (de 2 a 5 pm) de las cuales las 2 primeras fueron físicas. Y la otra semana es el examen de esfuerzo físico con un preparador físico que es un salvaje, revienta a todas la selecciones, pero parece que da resultados, y ojalá sea cierto para poder subir de categoría a final de año. Tengo 5 torneos para alcanzarlo.

Hoy, después de tener los músculos de los muslos (ni idea como se llaman) entumidos después de la primera media hora, a la hora de jugar el cansancio y la falta de distancia hizo que se me fuera subiendo la piedra poco a poco. Pero después de analizarlo por la noche en mi cama con la piernas extendidas (aún las tenía entumidas, afortunadamente amanecí bien) me di cuenta que la piedra no es tanto el juego en si, sino uno de mis compañeros de selección.

El peor sentimiento para mí es la impotencia (todavía no me ha pasado lo que sus mentes corrompidas están pensando, pero en unos años cuando de pronto me pase, seguramente me hará sentir muy mal), cuando uno no puede hacer nada para lograr algo, realmente me afecta. Y algo así fue lo que me pasó hoy. No me respondían las piernas, y el imbécil de mi compañero comenzó a hacer jugaditas, y para completar a contar mal en el marcador.

Obvio, el partido era para relajar y finalizar el entrenamiento, pero el tipo es realmente estresante. Además como persona es un lagarto y es de esos que no son capaces de ver el mundo desde otro lado que no sea el de ellos, tal vez sea genético (existe esa patología, me consta). Hoy al final me emputé, casi rompo la raqueta, me controlé no por razones racionales (valga la redundancia) sino económicas.

El tipo me estresa, me estresa que comience a mariquear, me estresa que comience a jugar con el marcador porque sabe que a mí me vale huevo (excepto cuando lo manipulan), me estresa que no se sepa mover en la cancha y que toque estar esquivando sus amotrices golpes, y me estresa peor aún que me gane. El tipo nunca me gana, bueno me ganaba antes, cuando me hacía emputar, lo hace como estrategia, pero no lo había logrado hace mucho. Hoy me ganó el primer set; puede haber sido porque yo hace como un mes no jugaba (pura autocomplacencia), y claro por mi empute, pero me ganó, y eso duele en el orgullo. Le pude ganar el segundo set (ya no me gana los partidos cuando me emputo, ja!), y cuando íbamos a empezar el tercero, el entrenador, creo yo, para evitar una raqueta rota (o cabeza en su defecto), prefirió ponernos a hacer unos ejercicios técnicos.

Al final, todo como si nada, no puedo hacer mucho cuando somos del mismo equipo, a pesar de ser un deporte individual. Pero ya encontré una explicación más a las veces que me emputo. Me sucede por temporadas, y en ciertos contextos, no en todos. Creo que no lo aguanto, pero me toca, una prueba a la tolerancia, que ojalá no le toque pagar a mi raqueta.

2 comentarios:

Ciudadano Tipico dijo...

Ud y su genio.

¿El Arte de Confundir! dijo...

como lo he dicho antes los juegos de pc y el play no sacan fisico, así que a sudar la gota gorda, ojalá al finnal valga la pena