Mi Tienda No Está En La Esquina

Si el blog se llama "La Tienda de la Esquina" era necesario comenzar por hablar de la tienda donde chiquito compraba, el aplause, los gudiz y el boliqueso; donde mi mamá compra la leche, el pan y la gaseosa; y donde los de mi barrio se reunen, a veces, a tomarse una "politas".

Pues resulta que mi tienda no queda en la esquina, es más no queda en la calle, queda en una pared. Vivo en un conjunto cerrado grande, donde solo hay una entrada, y como es de esperarse, mi apartamento en el otro extremo de la entrada del conjunto. Hay una tienda al otro lado del muro "que le da seguridad a mi conjunto", una tienda que esta pegada al muro. Por lo que, el dueño ni corto ni perezoso abrió un hueco de unos 50 x 50 cms. y ahí atiende la familia ramírez. Tanto fue el éxito que la administración de mi conjunto, contruyó de nuestro lado, un espacio para poder utilizar "el hueco comercial" sin pisar las maticas que rodean el muro.

Como todavía no he instalado el programa de las imagenes no puedo poner fotos, pero esta es una razón para apurar las gestiones para poner muñequitos y dibujitos.

En fin, llevo viviendo ahí hace más de 15 años, y cuando llegué la tienda era un piso, y los que atendía vivían en la casa adjunta. Hoy la casa tiene cuatro pisos, donde viven varios de los hijos (con sus familias) del señor Ramírez y su señora Betty. El éxito de esa tienda llevó a triplicar el número de metros cuadrados de la propiedad, y en algún momento llegaron a salir en las páginas de El Tiempo. La forma en que atendían no siempre fue la mejos, es más, el señor Ramírez siempre me cayó mal, pero aquí la prioridad ha sido que queda al frente de mi casa.

Hace 5 años el señor Ramírez murió, y la tienda la maneja ahora su hija Marta. Una señora, solterona, con un genio del demonio y un olfato comercial nulo. El pan, que era uno de los manjares de la tienda (a veces parecía que la capa era de hojaldre), lo volvieron más pequeño y aveces alcanza a notarse un sabor a ajo. El surtido de la tienda disminuyó radicalmente, en gaseosas solo se consigue productos coca-cola, y de postobon Colombiana y Manzana. De "galguerías", solo chocorramo, trocipollo, ponqués ramo y las papas Margarita. Además de eso, solo venden pan, leche y un queso campesino horrible.

Al final, en mi casa decidimos hecerle un bien a nuestro sistema cardiovascular y caminar hasta las tiendas que quedan afuera del conjunto (particularmente una que sí queda en un esquina), y comprar lo necesario. Afortunadamente no hemos caído en la tentación de comprar el pan Bimbo, y seguimos con el pan de panaderia que es lo mejor. A causa de la muerte del señor Ramírez se perdió uno de los mejores negocios que yo había visto, la rentabilidad era muy buena, y ahora apenas sobrevive a causa de la mala administración.

Otra de las hijas del señor Ramírez fue seleccionada para Cambio Extremo, tema obligado cuando mi mamá compra algo en "el hueco", quien sabe si "el gran favor que le hace RCN a la vida de las familias favorecidas con liposucciones" (estó será tema de un próximo post), hará sobrevivir a un negocio que está buscando cementerio.