Temas para Hablar

Desde hace dos meses, aproximadamente, un grupo de colegas estamos encargados de una columna semanal, que maneja temas internacionales, en un periódico de circulación nacional. El modus operandi que se maneja consiste en que cada semana alguien se encarga del artículo y nos vamos rotando.

Esta semana era obvio que “el tema” para hablar era la configuración del nuevo Gobierno en Alemania, por las implicaciones que podría tener en toda Europa, y toda esa carreta que hemos aprendido a echar en estos años de estudio y de-formación académica. Se decidió que el más indicado para hablar del tema era un compañero que, a pesar de no hacer parte del grupo, conocía muy bien Alemania y su perfil demostraba que podía cumplir esta pequeña muy bien. El problema es que no hace parte del equipo, por lo que teníamos que asegurarnos de que se iba enviar un artículo al periódico, y me fue designada la tarea de escribir algo, por si acaso, nuestro “experto” no cumpliera la misión encargada.

Decidí no escribir sobre Alemania, por lo que me puse a buscar un tema “interesante” para el lector colombiano, el cual no tiene la más remota idea de lo que pasa en el mundo, y ahí empezó la pesadilla. A comienzos del mes pasadohabía sido mi turno, y la elección fue fácil, la desmovilización del IRA, un tema que casi no fue tratado acá en Colombia, pero de una evidente importancia internacional, sobretodo para los países donde existen conflictos internos, armados, o el apellido que le quieran poner (no quiero entrar en debates conceptuales).

Comencé la búsqueda; comencé con El Tiempo, El Espectador y Semana, para saber de que se estaba hablando en Colombia en la ínfima categoría “Internacional” dentro de sus espacios informativos. No encontré nada. Corea de Norte se puso a jugar con Estados Unidos sobre el tema nuclear, con lo que Irán hizo lo propio con Europa; Venezuela y Ecuador se siguen quejando por cualquier “maricada” que pase en la frontera con Colombia, Rita asusta a Houston (esta es la noticia más importante), y una reseñada por El Tiempo, unos leones se comieron a 20 personas en Etiopía, parece que eso que uno se imagina en primaria si sucede.

Entonces empecé la parte seria de investigación: El País, BBC, El Mundo, The Guardian, The Economist, Reuters, Le Monde, CNN; son los medios informativos característicos como para saber que pasa en el mundo, pero tampoco. Esta semana fue dura, no pasó nada llamativo, nada que al típico lector parroquiano colombiano le interese. Al final terminé escribiendo sobre la “crisis” nuclear de esta semana, especialmente sobre Corea del Norte, aunque estuve tentado de escribir sobre la masacre felina en Etiopía, pero el periódico es muy godo y tal vez no lo hubieran aceptado.

Al final, el encargado del tema Alemán fue cumplido, hasta entregó antes que yo, por lo que mi esfuerzo no sirvió de mucho (creo que mi artículo lo mandaremos para la otra semana, tal vez aguante a pesar de los días transcurridos). Pero eso sí, la sensación que me quedó fue algo dual. Primero, comienzo a entender a los periodistas cuando sacan unas noticias rarísimas, pero a veces toca agarrarse de cualquier babosada para construir algo interesante para el público y no dejar vacíos los espacios noticiosos.

Y segundo, pero tampoco se escuden en eso para no escribir nada. Si uno quiere informarse de lo que pasa, resulta indignante que la noticia sea que unos leones mataron 20 personas, cuando hay decisiones que se están tomando en diferentes foros y que pueden afectar a gran parte de la Humanidad, o por lo menos tiene más repercusión que el dolor que deben sentir las familias afectadas por el ataque felino. Y no solo es acá, en lo informativos de mundo que consulte también es rarísimo que lo importante sea el huracán, y que se gasten los recursos repitiendo una imagen satelital y no haciendo seguimiento a muchas cosas que seguramente están pasando en el mundo, y que no me pude enterar porque nadie me informó.