Cuando las Sorpresas Avisan

Diría un filósofo por ahí: "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", y agregaría otro colega suyo, "Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonaá", y creo que tiene razón. Aunque pensándolo bien, es que las cosas se ven venir y uno no las ve, o no las quiere ver.

Insisto con el punto: "La ignorancia es la felicidad, pero uno solo se da cuanta cuando la pierde", y es que saber las cosas implica hacer más preguntas, encontrar más problemas, en fin... Per la vida no es eso, encontrar obstáculos y pasarlos. No sé, dicen mucho que lo importante no es el resultado, sino el proceso, pero me crié pensando lo contrario, al final esas discusiones de administrados (eficiencia y eficacia) terminan, como todo lo que hacen los administradores, mal, porque eso nunca es lo importante.

Al final, las cosas pasan, las noticas, llegan, la información circula, y uno tiene que aprender a vivir con eso, el problema es que lo sorprenden, pero sigo con la duda: será que uno es tan güevon que no se las huele.

Hoy me enteré de algo, que al final no va a afectar mucho mi vida, pero que cada vez que lo pienso, me hace pensarlo más, no sé si a usted, querido lector (o cliente), le suceda lo mismo. Eso explica muchas cosas, pero a veces a uno le hubiera gustado que no se la hubieran explicado, al final, "lo que pasó, pasó" (al autor de esto no le doy el título de filosofo, no se lo merece), pero hay que seguir con eso, con la intención de prepararse para estas cosas, porque tiendo a pensar que las sorpresas no existen, solo que uno no se da cuenta.