Que programita tan enviciador. Eso de Google Earth es la maravilla, tanto que aún sigo peleando conmigo mismo a ver si vale la pena pagar una de las versiones premium (si alguien la tiene y me da referencias, las agradezco)
Llevo un buen rato con él y sigo clavado varias horas a la semana buscando puras pendejadas por ahí y descubriendo nuevos sitios a donde quiero viajar y que no son los típicos ni los más populares. debe ser mi fascinación por la geografía desde el colegio, solo es ver un atlas y me quedo como pendejo viéndolo rerptidamnete, como buscado cosas nuevas, y lo peor es que las encuentro. Yo creo que esa fue una de las razones por la cual estudié lo que estudié, pero no la principal; pero pa`que, soy bueno en eso.
Aunque tal vez no sea eso, tal vez es la busqueda constante de encontrar un lugar en el mundo. El lugar donde la silueta propia cuadre mejor con el entorno. El saber que uno está bien acá, pero siempre hay un allá mejor, una busqueda incesante de destinos tangibles e intangibles donde poder ser uno mismo y no el esquema social que uno mismo armo sobre lo que uno es. Soy fiel creyente de que el entorno influye irectamente en el comportamiento de los individuos, y no lo digo como capaña política a un candidato en especial, pero si es muy cierto.
Y lo peor es que ese programita le muestra las cosas más claramente, mucho dirían que rompe con la magia de la imaginación, yo creo que la alimenta, quien no sea capaz de seguir imaginando solo porque concoe las cosas, nunca ha sabido lo que es imaginar. Es mirar y verse a uno allá metido, acompañado por el entorno, y no solo entre tanta gente como suele suceder cuando se encierra; y al final uno no sabe a donde ir. Solo sabe que debe ir, para ser otro yo, o ser yo, o en vez de mariquear con filosofia barata de adolescente, simplemente ser, porque a veces, uno no esta perdido en los sitios que no conoce, sino frente al computador, viendo imagenes desactualizadas en Google Earth.
