viernes, octubre 21, 2005

Pollo Resfriado

Este año ha sido particular. No es que yo sea de los apocalipticos que están viendo el fin del mundo por todas las tragedias que se han dado, pero si es curioso que se hayan caíso tantos aviones, que la temporada de huracanes haya sido tan fuerte y que casi todos toquen tierra, que a los terremotos les de por intentar llegar alto en la escala de Richter, y que un virus mutado comienza a amenazar la salud humana mundial. Si soy sincero no estoy muy preocupado, tiendo a ser muy tranquilo ante esas cosas, pero la lluvia y los pollos me dejaron pensando.

No estoy hablando de los huracanes, ni de la influenza aviar, sino de un trancón ridículo en el que estuve metido el sabado pasado. Sali de Guaymaral a las 6:30 pm, coji una flota y llegué al portal de la 170 a las 8:30 pm. La razón, la autopista en sentido norte-sur estaba inundada de lado a lado desde la finca de Millonarios hasta el Centro Recreativo Cafam. La flota estaba casi sola, el encargado de recoger la plata estaba dormido, estirado cuan largo es en el puesto de adelante, y solo se despertó cuando un borracho, que estaba en los puestos de atras, trasbocó, lo cual generó la furia del primero quien le prohibió, al segundo, bajarse del vehículo hasta que lo obligo a limpiar las sillas afectadas.

En mi caso, el iPod se estaba quedando sin bateria, no tenía minutos y ya habia enviado mensajes o todos mis amigos que tienen Movistar (me salen gratis los mensajes a los que disfrutan de Movistar). Mi única entretención era ver el pequeño oleaje generado por los buses pasando en ese gran charco que conmocionó en tráfico sabanero aquella noche sabatina. Mientras me perdía en esas olas, veía, además, a un pollo. Al lado estaba un camión con pollos, seguramente eran del gran grupo que no pudo ser exportado a los países vecinos. en ese trancón me encontré con ese pollo muchas veces, y era ese, se destacaba entre los cientos que transportaba el camión.

Su mirada era especial, a mi particularmente lo que más me llama la atención de las personas es la mirada, pero no pensé que este interés se hacía extensivo al mundo animal. Era una mirada, pensativa, resignada, perdida, no sé. La quietud de ese pollo me sorprendía, aunque todos los pollos estaban quietos, supongo que era a causa de sus jaulas individuales o simplemente por el frio tan criminal que estaba haciendo.

¿En qué pensaba?, o mejor ¿pensaba?. ¿Estaría preocupado por su compañero del Tolima afectado por el virus vietnamita que atemoriza al mundo?; ¿estaría preocupado por el frio, y que tal vez le iba a dar "gripa"?; ¿Se sentiría prisionero, a pesar de nunca haber sentido la libertad?; ¿Sentirá la Libertad?; ¿La Libertad se siente?; ¿Se encontraba atraído por la luces de los buses que estaba a su alrededor?.

No tengo ni idea, pero a la conclusión que llego es que yo si me dejo embobar por cualquier vaina. Eso pasa por culpa de los trancones. Quien me manda? Aunque pensandolo bien, mejor que me hubiera pasado eso, y no que el trancón me lo haya tenido que aguantar manejando. Las ventajas del servicio público.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hubiera pasado igual en embobarse por cualquier cosa. He pensado que son excusas o salidas para buscar la meditación sobre cosas que nos preocupan. Saludos señor Federico.

Anónimo dijo...

Don Federico, muy buenas.
Por aca conociendo.

Pues no es que uno se embobe, sino que como no hay nada mas que hacer, pues nada mejor que mirar los otros carros.

Seria increible saber que estarian pensado esos pollos. Tal vez mamados de estar tan apretujados y sin saber para donde van...

Y si, la maravilla del transporte publico!!! En esos trancones es que es bueno tener un carro automatico por que estar cambiando de primera a segunda y a primera otra vez si es muy mamon.

Anónimo dijo...

Ese es el blog de los condutores: mirar los carros de al lado.

Blogger hasta en la flota ola!

Pobre pollo, a esta alturas ya debió "quedar como un pollo". De ir a una expedición robinson moriría de hambre ... soy incapaz de matar algo que tenga la capacidad de mirarme.

El Chico de la Tapa dijo...

Bueno si no se hubiera quedado ensimismado en el pollo no hubiera escrito esta reflexión que le quedo al pelo. Un saludo.

Lewinski dijo...

¿Y usted no andaba casi tan jodido como el pollo? Digo yo...

BogotaniA dijo...

Yo quiero ver un pollo con una mirada, pensativa, resignada y perdida. jejeje...fue chistoso.

Pongame un mensaje a ver que hacen despues del partido que me da locha madrugar tanto listo?

cel 311 470 4575

Mr Brightside dijo...

Ole Sr tendero, andaba conociendo su Blog, y por ser fanático del fútbol ya se ganó un lugar en mis links.
Este debe ser el mejor post inspirado por un pollo que se ha escrito jamás.
El español para Post debe ser "entrada", no?
Saludos y por aca seguiré pasando...

Mr Brightside dijo...

Como no me sirvio el shoutbox:

GLORY GLORY LA BILIOSA!!!!

José Luis Peñarredonda dijo...

Ole... ¿y sumerce no tiene pollo en la tienda? Ese pobre emplumado debía estar pensando en la barilla del horno de asadero que le seerviría de lápida... Un saludo

Ciudadano Tipico dijo...

Me surge una pregunta. Como sabe que era pollo ? Y si era gallino pequeño ? O gallito ramirez ? O una golondrina grande, mechuda y desproporcionada ? O un chulo alternativo que se mando a pintar las plumas ?

Preguntas cuyas respuesta no sabremos ya jamás porque ud tuvo a bien fijarse en la vida del pollo y apartir de ello montar toda una serie de hipotesis, pero no fue capaz de preguntarle siquiera que era lo que le pasaba.

Es que así son todos los periodistas. En fin.

Mal Ladrón dijo...

Pues si le van a salir vainas como esta a sus lectores nos conviene que siga enfrentado a los trancones. Seguramente muy pocos son tan serenos, así haya sido durante solo un momento o como haya sido, para mirar a un pollo en semejante situación.
Saludos

Juliette dijo...

Me hiciste recordar "la paloma" de patrick suskind... Y, bueno, yo digo que el mundo está lleno de pequeñas y exóticas sorpresas reservadas sólo para uno: estoy segura que nadie se fijó como tú en el dichoso pollo. Un saludo.

Clau dijo...

Estar en un trancón, incluso en un bus, logra que se llegue a un estado de alucinación, como lo del pollo. A mí me pasa algo parecido y también lo registré en uno de mis post. Éso de estar sentado tanto tiempo mirando lo mismo hace que el cerebro busque, como sea, ver otras cosas, pero el único camino que le queda es crearlas en su mente.