Cuello

Ayer me llegó un correo, de esos que son en cadena, con mensajes bonitos, y que la final lo obligan a seguir enviando o en su defecto una racha de mala suerte le caerá encima (creo que ya me han caído varias de esas, aunque ¿no se cancelan? ¿menos x menos no es más?, en fin, tal vez por no hacer click en reenviar, es que me pasan las que me pasan; eso explicaría muchas cosas), y como era debido, lo borré, pero algo de esa presentación en Power Point aún recuerdo: Las personas famosos comunmente no son las importantes. Eso es cierto, pero es dificil interiorizarlo, y al final terminamos olvidándolo.

No solo pasa con las personas, sino con los objetos, con las cosas que percibimos, con lo que nos atrae, y ahí están las cosas, los sujetos, escondidos que hacen el trabajo, que son los centros que absorben el Poder, la capacidad de decidir entre un si y un no.

Y ahí está él. A una altura suficientemente alta para poder tener un panorama claro de su universo, pero siempre con alguien arriba que se muestra, que saca la cara, pero que sin él no podría sostenerse. Igualmente abajo se encuentra toda una estrutura, bella por si sola, que sabe resaltar sus fortalezas y esconder sus debilidades. Un estructura donde puede encontrarse cualquier manantial que alimente la imaginación y la razón de los demás, siempre con la coordinación de aquel agente de arriba.

Pero siempre esta él, el puente comunicador, la ventana que une esa estructura trabajadora, bella, procreadora, con el estandarte que decide el destino de la máquinita vital. Él, escondido, acumula toda la información, todo el alimento de la máquinita para que funcione coodinada y coherentemente, y aún así, es olvidado.

De él depende la vida o la muerte, atacándolo se puede acabar la maquina, sabiendo entrar a él, uno puede tener acceso a cualquier espacio de la maquina. Ahora que me siento estratega, o quisiera serlo, solo espero poder aprender como llegar a él, como acercarme, como entenderlo, como hacer que él, capaz de unir lo contradictorio , el que pocos aprecian pero que llega a ser más importante que cualquiera que los sitios que normalmente observamos pueda mostrarme todo lo que la maquinita puede llegar a hacer, y que tanto llegamos a subvalorar, y a utilizar con malas intenciones.

Por él, sin discrimar a cualquier otro espacio de la maquinita, estas letras, y así intentar entender que importante puede ser cualquiera.