viernes, enero 27, 2006

Reflejo Sin Sentido

Hace dos días hablé con un espejo. Fue una conversación que, sin pensarlo, había esperado desde hace por lo menos un mes. Lo gracioso, y a la vez irónico, es que comenzó siendo un monólogo acerca de la sensibilidad, pero era el espejo quien me hablaba a mi. Fue una especie de dilema, yo no sabía si yo era un insensible porque hasta un espejo era capaz de sentir y expresarlo o si yo sufría de sensibilidad crónica porque lograba de percibi lo que él intentaba expresar. Si soy sincero, todavía no sé en que bando me encuentro.

Si comienzo a mirar hacia atrás, me encuentro con un rostro fuerte, o que al menos intentaba serlo, porque fui criado para serlo, porque el destino me lo enseñó para poder sobrevivir en este mundo que aleja a los fuertes. Bien me lo decía un amigo, en aquellas épocas donde uno empezaba a sentir de una forma diferente: la hormonal - "Lo mejor es no sentir" -; tal vez sea cierto, es más, me estoy convenciendo de su veracidad, el problema es que al mismo tiempo veo que es una utopía, que sentir es más humano que la razón, aunque eso rompa los paradigmas que sostienen mi mundo, ese que construí desde la base de la dureza, y que me tiene donde estoy.

El fuerte no es el malo, es el realista y muchas veces es más bueno que el que llorá, aunque sea más cruel y crudo. Un profesor de Derecho, de esos profesores que son dificiles de olvidar, algún día me dijo que no le creyera a un abogado que hablara mucho y que se expresara con un lenguaje florido y rebuscado ya que éste o estaba engañando o no entedía lo que decía (increíble que eso lo reconociera un abogado), y tenía mucha razón, no solo en el campo de las leyes sino en la vida.

El que más llora o grita no es el que más siente. tal vez por eso nunca hay que creerle a las lagrimas de una mujer. Pero que difícil es no hacerlo. La forma y el fondo siempre tienen la misma importancia, así que sentir sin expresarlo puede ser tan dañino como expresar sin sentir. "Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre", diría mi abuelita.

En el último tiempo, hubo cosas que me ponen a pensar en que lado estoy: El sensible crónico o el insensible, tal vez en ninguno, tal vez la misma fortaleza que creé no me deja ver mi interior, tal vez por eso necesito un espejo...

En este mismo tiempo, una persona rompió algo dentro de mi, desarmó mi confianza, no una , sino dos veces; desbarató la tranquilidad de saber que tenía a alguien cuando lo necesitara. Lo raro es que intento seguir actuando de la misma forma, como si eso no me hubiera afectado, por el cariño que le tengo, con lo cual no sé si me paso de sensible al dejar que el aprecio intente remendar el objeto que se rompió, o si soy un insensible que no es capaz de expresar el dolor que hay adentro. De la misma forma, me encuentro con alguien, a quien no puedo leer, intepretar, alguien con quien me es es muy difícil saber o imaginar que siente, como si el destino me jugara una mala pasada con mi misma moneda.

El sentimiento termina siendo un espacio abierto y limpio para comunicarnos, un espacio donde las ideas fluyen más claramente, porque ya veo que el sentimiento no es una idea, es el entorno para que nos digamos las cosas, un ambiente donde la verdad (esa otra utopía con la que queremos vivir) pude transitar libre. El sentimiento es un camino que guia el trasegar de nuestras ideas, así ese camino sea el amor, el odio o el miedo (ayyy miedo, tanto que que me ha tocado convivir contigo y aún no te cocnozco)

Al final, como siempre, sigo sin entender, y creo que es lo más sano para mi salud, creo... Solo sé que ese espejo con el que hablé me ayudó a imaginarme a mi mismo, imaginarme porque nunca llegaré a conocerme; por ahora creo que un buen espejo puede ser un gran complemento en mi vida, porque él es al mismo tiempo quien yo soy, y quien no soy. ¿Será que al espejo le interesa acompañarme?... No sé, no lo sé leer, ni interpretar, ni imaginar, solo lo escuché.

12 comentarios:

El Chico de la Tapa dijo...

estoy de acuerdo en un punto fundamental que ud. menciona: no hay que creer en las lágrimas de las mujeres. me parece detestables los tipos que en cualquier plano, laboral, sentimental, familiar, claudican ante la impostura de un lagrimeo. Un saludo

Luis Valoyes dijo...

hmm, sí, la cagada es que a veces (muchas veces...) cuando uno siente y siente pero es incapaz de expresar lo que siente, el otro (o la otra...) percibe que uno no siente, que a uno nada le duele, que a uno todo le vale cinco pesos, y no, por lo general no, ahí lo jodido es saber cómo expresar eso que se siente, sin irse a extremos melodramáticos...

Lewinski dijo...

Como tantas veces, creo que la respuesta está en el medio: expresar sin excederse, sentir sin convertirse en un vórtice de emcoiones sin sentido, reflexionar sin ahogar lo sensorial. Algo así.

Mejor dicho, darse menos palo, dar menos palo.

Mr Brightside dijo...

Algo parecido a lo que dijo Lewin, saber cuando dejarse llevar por el sentimiento y cuando morderse la lengua. Desafortunadamente uno no sabe cuando es que toca y conviene.

Y, si encontró un espejo y quiere que vaya con usted, por que no simplemente se lo pregunta?

Un saludo

cavernadeltoposauro dijo...

No se trata de fortaleza sino de histrionismo... en el proceso diario de formación de carácter algunos personajes han encontrado satisfactorio y retribuido el llorar como forma de interacción. Otros con menor suerte en este campo no han encontrado retribución a sus lágrimas, desterrandolas de plano de las interacciones o dejándolas para grupos de socialización restringidos.

Topamos...

Cerebro dijo...

"No hay que creer en las lagrimas de una mujer..." Usted expresa cosas que muchas veces he sentido. Una imposibilidad de transmitir al mundo lo que de verdad se siente. Me siento mentirosa, tengo una imagen de algo que no soy y me encanta jugar a ser otra persona, personajes inventados, me gusta recrear mundos, los encuentros con mis fantasmas. En esto, como en todo, no existen modelos ideales, hay gente muy llorona y puede resultar fastidioso, pero argumentan que es mejor desahogarse, como una forma de sanación, otras como yo que solo lloran cuando el dolor es tal que si no lo hago me enloquezco, quisiera hacerlo con más frecuencia, solo que no puedo. Saludos!

Ciudadano Tipico dijo...

Había leído esto desde el viernes pero.. me di tiempo para aquello de no comentar con la euforia del momento. (adelantándome al sermón)

Al igual q los demás q comentan, creo que quien llora no es quien más sufre... también creo que es difícil no sucumbir ante eso, pero se logra.

Siendo un poco huraño y ermitaño y otros, creo que no tiene que dejar demasiadas expectativas en alguien, o en todos, o en ninguno. Creo que siempre que pueda evitarlo procure evitar relacionarse profundamente con otros y depender -no sé si sea la palabra adecuada-. No para que se aisle del planeta, en lo absoluto, sino para que sufra menos decepciones y tenga cierto chip en la mente en donde se le haga claro que la gente va y viene, vamos y venimos por temporadas, y en unas estamos destinados a ser amigos, compadres, colegas, y en otras estamos destinados a seguir con el camino de cada quien.

Siga su camino entonces y siga sin entender, o entendiendo sus propias versiones. Haga lo que tenga q hacer pero evite necesitar a alguien y a lo mejor eso ayude a que se haga ud mas necesario. Pero es sólo una idea.

Saludos Tendero.

Vrolfak dijo...

todo lo que han dicho antes de mi esta bien, y no creo que halla mucho que añadir, simplemente trate de ver las vida como un grupo de experiencias y de cada una puede aprender algo para que las siguientes sean mejores.

Suerte!

Jamsg dijo...

Ágata del Nogal pone en evidencia lo pasajero. Pero creo que el sentir viene con cada quien a su ritmo y en su espacio. Mientras que expresar siempre depende del otro, no está medido por lo que el tamaño de lo que se expresa sino por cómo lo percibe el otro. Supongo que hay que aprender a ver…

Mal Ladrón dijo...

El asunto no es, a mi modo de ver, apegarse a un ideal de sensibilidad sino pillarse la manera de sentir particular de cada uno. Seguramente muchas veces ha habido cosas que quieres hacer pero que, por ideas como que es mejor no sentir que no son otra cosa que una especie de temor al estrellón o la desilusión, no te permites. Siempre he dicho, y lo digo por si de pronto este puede ser el caso, que los estrellones y las desilusiones y los sentimientos entregados y no correspondidos son de las cosas más necesarias.

Clau dijo...

El malo no es el que no siente, el problema es que muchos esperan que esa persona sienta como uno y es necesario bajarse de la nube y darse cuenta de que cada uno siente las cosas muy diferente. Por más que una persona guarde sus sentimientos, ya sean positivos o negativos o lo que sea, saldrán de cualquier manera, ya sea con palabras, con desahogos por medio del arte, con enfermedades... pero el cuerpo nunca dejará guardado eso por más que queramos en muchos casos.

Luna dijo...

Había leído esto hace unos días atrás y bueno me había demorado en comentar, sin embargo desde que lo leí me gusto mucho y en varias cosas me sentí de nuevo identificada contigo. En mi humilde opinión, creo que eres de esos personajes tan sensibles que llevan una coraza delante tan fuerte que no deja pasar ningún rayito de luz.

Tengo una particularidad en mi vida y es observar cosas profundas a partir de sucesos simples como estas letras tuyas, y puedo decir que aunque sea egoísta ser, crecer y por demás desarrollarse en un medio completamente fuerte, donde los sentimentalismos no sean sino un espejismos completamente fugases, es necesario hacer propia dicha fortaleza, ya que solo quien compartirá al final el camino será acreedor de lo que se mantiene oculto como el mejor de los tesoros. Quería escribir más pero no alcanzó el tiempo...esto es con mucha prisa pero me quedan cosas pendientes...espero decírtelas luego, saludos varios y espero andes bien