El Síndrome de Lolita

Hay una cosa que durante mucho tiempo me ha hecho pensar, y hasta esta semana he empezado a resolver, o al menos un poco, nunca será posible hacerlo del todo.

¿Por qué las mujeres no son capaces de "terminar" una relación?. Lo digo porque conozco varios casos cercanos y uno que me afectó directamente. Yo sé que no puedo generalizar, muchas mujres dicen no, y es no, pero esa es una "inmensa minoria", una buena parte de las que conozco siempre le dan vueltas al asunto y nunca queda en nada, pero gracias a una amiga (creo que ella hace parte de las que si dice no es no, pero por ahora es igual a todas hasta que se demuestre lo contrario.

Creo que la culpa es de Vladimir Nabokov, autor de la novela "Lolita", llevada al cine en 1962 por Stanley Kubrick; después en 1997 otra versión cinematográfica con Jeremy Irons y Dominique Swain como protagonistas reprodujo la historia de la niña que inicta a turbios pensamientos; En 1999 fue patéticamente adaptada al contexto tolimense por RCN, en formato telenovela, pero con la gratificante aparición de Manuela González en nuestras pantallas. Y claro como olvidar a la Orquesta Mondragón que hizo una adaptación musical de la historia, y que no faltó quien me la dedicara hace como dos meses. (Cuando aprenda a usar castpost la subo a la página)

En fin, me remito a Lolita porque ese es el nombre que mi amiga le dio a la tendencia de muchas mujeres a definir su personalidad. Frente a una pubertad donde las nuevas experiencias entre géneros llena de temor a los jóvenes, la necesidad de aceptación se hace inevitable, y la formación de la personalidad y el caracter comienzan a depender de esto.

La apariencia comienza a importar mucho más, no solo para conseguir más hombres, sino para su propia autoestima, el estar "arreglada" se convierte en un símbolo de quererse a sí misma, lo que por obvias razones, trae como consecuencia aceptación por el género masculino. En otras palabras, las mujeres comienzan a arreglarse por ellas mismas, y eso conlleva a una aceptación social, y esta cadena se vuelve irrompible.

Como ven, el autoestima comienza a depender de cuanto la acepten a ella, y como se sabe, aceptación en la juvetud de hoy significa, que le caigan (hablando en relaciones entre géneros, sentimentales).

Ahora, terminar una relación significa que no se pudo mantener un status permanente de "aceptada" por alguien (no encontré otro término en este momento, sé que no es el más apropiado), que es lo que finalmente termina siendo. Los noviazgos son escudos sociales para no tener el estiga de no aceptado. Terminar una relación es volver a la competencia por forjar el autoestima, y de alguna forma eso es lo que busca muchas mujeres en las relaciones, de ahí vienen las estupideces como: tiene que ser mayor que yo, que tenga carro, que lo único que ocultan es esa inseguridad.

De ahí que las mujeres, les quede tan dificil terminar con alguien. Dicen terminé, pero siguen hablando con él todos los días, y salen, solo "como amigos", y obvio el tipo, ni bobo que fuera busca reconciliación, que siempre la logra. Cuando uno termina la idea es darse un espacio, un tiempo, con el fin de poder pensar. Entre más se demore en terminar más dificil le va a quedar hacerlo, y el costo es seguir en una relación que no quieren, solo por la tranquilidad de la aceptación.

Claro, si logran terminar, terminan aventurándose en cualquier relación en las que ritualmente les va mal. Lo digo, es por que este año lo he visto por lo menos 3 veces. Esto no es norma general, pero sucede a menudo, pero lo que no entiendo es que siga pasando cuando las mujeres ya tienen 40 años.

Es solo un "síndrome" que me ayudó a ver, una amiga, y quiería compartir, porque de alguna forma me ha afectado directamente a mis intereses. No voy a negar que en los hombres también existen estas tendencias raras, pero como hago parte del género, no voy a mostrar las debilidades. Nosotros los hombres si nos tapamos con la misma cobija, somos leales.

Espero que esto no hiera sensibilidades, sobre todo en quienes se sientan aludidas, porque abrá quienes lo sientan. Y si es así, pues desahoguense, comentando, y no mandandome al novio para que me "de en la jeta", como "podría suceder" cuando no saben afrontar una situación inesperada.