martes, abril 25, 2006

Falta de Imaginación

No se me ocurre nada para escribir; ahora está de moda escribir sobre lo que uno busca en su pareja, pero en realidad me da pereza, igual creo que me saldría más corto si escribo sobre lo que NO aceptaría en una pareja. De todas formas eso tiene un "tufillo" a spam de blog o meme que no hace desconfiar. Creo que imitaré a esta niña, y daré la oportunidad a que usted pequeño (ínfimo) y exclusivo grupo de leales lectores decida (o proponga temas para escribir).
Mientras tanto solo haré unos breves comentarios como para no dejar este aviso al aire.

- Me gustan las mujeres que dicen cuando les molesta algo, que son frenteras y serias, esas que no tienen miedo a hablar las cosas ni a demostrar sus inseguridades, ni a salirse de su pedestal donde siempre están, y no de aquellas que siempre dicen estar bien, y van guardando las cosas para el momento más útil para ellas; el problema es que hay muy pocas que son así o que al menos fingen serlo.

- Estoy comenzando a convencerme de que NO hay diferencia entre la cordialidad de una mujer con un amigo y la cordialidad de una mujer cuando intenta coquetear y llamar la atención de hombre para que se lance cual felino tras su presa. Todo está en la actitud que tome el hombre frente a eso, como responda y ahi si las mujeres deicden que hacer (porque nunca saben que hacer), y si cualquier cosa, siempre tendrán el comodín, de que "yo no hice nada", solo fui cordial, y etc.

- Por qué será que el hincha de Millonarios siempre tiene que sufrir para lograr algo. Es que cuando el equipo va bien, fijo los jugadores tienen un bajón, se lesiona alguien, el otro equipo repunta, en fin... Será comenzar a creer que el camino de bien siempre es más difícil.

- "Ich Warte Eine Gelegenheit Mit Ihnen" / Blur - Tender

lunes, abril 17, 2006

Cobijas Frias

Siempre he oido, como una generalidad arbitraria, que a las personas les gusta más el frio que el calor, y la razón es sencilla, a la vez muy lógica: Si el frio sobrepasa los límites aguantables, existen mecanismos para soportarlo (cobijas, ropa gruesa, chimenea, calentadores, etc.), mientras que para un calor extremo, la desnudez y un ventilador no son suficientes (Yo apelaría al Aire Acondicionado como contra argumento, pero dicen que es muy malo para el sistema respiratorio)

Como raro, en esta discusión de gran importancia, sobre todo para Max Henriquez y sus discipulos del Ideam (y los de sombrillas y paraguas "Alentino"), yo no participaba ya que el tema me era, bueno me es, irrelevante. Pero si era por seguir una de las tendencias enfrentadas, me iba por la seguidora del frio por su lógica argumentativa (insisto el aire acondicionado puede ser un buen contraargumento, pero "Who Cares?"), y sobre todo porque soy el bogotano, cachaco, rolo. clásico y aburrido y pues, toca apoyar a la tierrita.

Puede ser que Bogotá sea fria, pero ahora que reflexiono (ya estoy entendiendo a Antonio Caballero cuando afirma "escribo, luego pienso"), mis ínfulas de cosmopolita andino pueden ser la base de mi "agnosticismo climático"; Soy fiel seguidor de la tendencia filosófica del "Saco": Bogotá tiene el mejor clima porque si a uno le da frio se pone un saco y si le da calor se lo quita, listo; para el caso de la lluvia consiga un saco con capucha o un impermeable que nunca hace estorbo (igual no hay nada mejor que llegar a la casa después de empaparse en la calle, quitarse la ropa, ponerse la piyama (o pijama, se puede de las dos formas), asi sea medio día y meterse debajo del cubrelecho).

Volviendo al enfrentamiento epistemológico, después de una "semana de pasión" pasada por agua, en todos los sentidos, es hora de replantear eso de que el frio es mejor que el calor. Imagínese un valle como el de Subachoque, una vista espectacular, 3300 metros de altura, una cabaña alejada de todo, chimenea, guantes, e interiores de invierno, un plan antiestrés espectacular. Después de un día de almuerzo familiar y un par de desconocidos. Un día de descanso, y charla amena; con la posibilidad de conocer una persona que logró revaluar temas qeu ya se habían dado por definidos, y hasta trabajo de campo incluído, un atradecer con llovizna acompañando el panorama, noche de chimenea, en fin... llega la hora de dormir y resulta que en el "quinto sueño" se apaga la chimenea, y uno se da cuenta de que no tenía las cobijas suficientes, y que no hay el más mínimo riesgo de levantarse a buscar más para no perder la misería de calor acumulado en el lecho. A la mañana siguiente, un horizonte intacto, con un cielo gris que contrasta perfecto con el verde de la geografóa cundiboyacense, un rocío que hacía que las ventanas se empañaran distorsionando artísticamente la vista, y un genio del demonio por el frio que no dejó dormir placidamente la noche pasada.

Ahora, una noche extremadamente calurosa, al lado de una playa, no me incomoda para dormir, ni me daña la mañana siguiente (bueno, los mosquitos nocturnos que abundan en "tierra caliente" no dañan la mañana sino que emputan a límites homicidas).

Una noche en clima cálido o frio, puede ser otro episodioo de este debate estúpido y sin sentido, a menos que sea otro tipo de "noche", porque como bien dice el dicho: "El frio junta los cuerpos", pero el calor los funde.

lunes, abril 10, 2006

Papas con Guacamole

Una de las cosas más importantes dentro de la familia colombiana es el almuerzo familiar. El de los fines de semana, donde se unen tios, abuelos, primos, etc., para arreglar el país y acabar con la reputación de cuanto conocido aparece. Y un factor que es determinante para el éxito de ese rito intrínseco de nuestra sociedad es la comida, y para el caso de las regiones andinas de nuestra geografía un ingrediente especial en varios platos regionales: El Aguacate.

A mi siempre me ha ido bien eligiendo los aguacates, de alguna forma e mi familia se me reconoce esa habilidad que yo atribuyo a caratrísticas psicológicas; existen diferentes métodos para decidir cual es un buen aguacate y cual no, pero el que usé durante varios años era el más vil y a la vez efectivo: Llegar a la esquina correspondiente (porqué siempre el aguacate era olviado en la lista del mercado, por lo que acudir a las ventas de semáforo a última hora), y en el momento en que el conductor del carro, hacía que los hijos y nietos, prepúberes bajaran a elegir la fruta más conveniente (Ojo, el aguacate es fruta), a Federiquito se le despertaba el instinto para elegir el aguacate perfecto y lanzaba la frase mágica al vendedor para seleccionar - "Señor, por favor deme X aguacates, per que esén buenos, porque o si no alá los de ese carro me matan, porque les encantan" - eso sumado a una cara de niño (que aún no me ha andonado) y a algo parecido a pucheros hacía que entre risa y lástima el vendedor siempre me diera aguacates que terminarían siendo alabados por los comenzales.

Ahora, ya que las reuniones son cada vez más escasas y las compras a última hora menos frecuentes he tenido que comenzar a utilizar estrategias más técnicas (tambíen con un alto contenido de fe), para la selección de estas frutas en el supermercado (ahora utilio una e la cual solo es tocar el extremo de la base del aguacate, es decir, el de abajo en la foto adjunta, y en ese punto se sabe que tan duro o blando está el aguacate por dentro, y también mirar el color uniforme en la cáscara, y por si acaso, los de Mariquita, tienen la fama de ser los mejores, y por lo menos a mi no me han quedado mal), y de todas formas, no me ha ido mal, aunque los promedios en la calidad de hace algunos años son dificiles de imitar.

Todo esto, para llegar a un punto que no tiene nada que ver con los tres párrafos que llevo: A mi no me gustaba el Aguacate. En general las cosas que tiene poco sabor no me llaman la atención, pero como todo lo que sucede en la vida, mi gusto cambio, no sé porqué, ahora me gusta el aguacate, pero igual, muchas de las cosas que antes odiaba por su sabor insignificante, siguen sin satisfacer mi paladar. No sé porque. Es algo que si lo pienso racionalmente no logro explicar, ¿cómo me llegó a gustar el aguacate?, sobre todo porque tiene todas las características que hacen que un alimento no sea bien recibido por mi sentido del gusto.

Creo que fue culpa del guacamole, y por ende de los asasdos, (bueno y también un poco los ajiacos, pero esa es otra historia) Me gustan los asados, y mucho, la fritanga y casi todos sus componentes son un manjar (excepto la morcilla y el chunchullo que no son de mi total agrado, pero me los como). Y pues. es muy dificil comor papas sin guacamole en un asado. Es una combinación indispensable, y creo que por ahí el aguacate entró en mi vida. Y de alguna foma, tendría que hacerlo, las papas son un alimento esencial en la dieta colombiana, no me acuerdo si la papa es originaria de las estepas rusas, o de las planicies del norte de europa, o un producto de las fértiles tierras americanas, solo sé que en Colombia, sea como sea siempre se come papa. Incluso, papas chip (o de paquete, para generalizar, porque todo consumidor de almuerzo corriente o ejecutivo en Bogotá, por lo menos, conoce la gran diferencia que hay entre las papas chip, y las de paquete, por eso acá solo las uno en un gran grupo)

Es que las papas son trascendentales, pero siempre están en un segundo plano, siempre son como un acompañante; conozco muy pocos platos donde lo atractivo sea la papa, (igual mis conociemientos en culinaria son bastante pequeños, podría decirse que en lo que más me destaco es eligiendo aguacates). Es una de esas cosas que siempre creemos que van a estar ahi pero no le damos la importancia que se debe, o por lo menos para mi. Acaso, ¿merecen más importancia? No tengo ni idea, pero por alguna razón en este momento se la estoy dando.

Al final el aguacate y la papa, terminan siendo importantes, y tal vez indispensables en mi dieta normal, en mi vida diaria, y no se porqué. Nunca busque que lo fueran, y tal vez no les pongo la atención que merezcan. O mejor sería no darles más importancia porque simplemente son dos alimentos más y ya, no joder más con eso. Igual, siguen estando ahi, no creo que las pueda eliminar, no las quiero eliminar. A pesar que alimentos como ellos no me llamaban la atención, y que no quería que me llamaran la atención, ahora lo hacen, se hacen necesarios, y de la forma más efectiva de todas: silenciosamente. Me hacen falta.

Tal vez debería dedicarme a comer papas de paquete (Hay unas que venden en Cali, creo que la marca es Calima, no estoy seguro, que son deliciosas, las mejores que he comido) con guacamole, para enviciarme o desencantarme de dos alimentos trascendentales en nuestras vidas (aunque los gremios papicultor y "aguacaticultor" - espero que se diga asi - no se hayan dado cuenta de su magnitud); y además, si son capaces de hacerle la vida feliz a "algunas" personas, puede que compartir eso, haga algo parecido conmigo, como un ejercicio de autoconociemiento. Claro, "si la yuca no es lo mio, tal vez sea la papa con guacamole".